Hoy escribimos este post para recordar y contarles como ha sido una de las bodas del año.
Para nosotros una boda empieza desde la toma de contacto con los novios, Nazaret y Pablo se pusieron en contacto con nosotros a través de Marcos, el padre de la novia, antigüo cliente nuestro que les recomendó nuestro trabajo, a él le tenemos que agradecer su confianza. Desde ese día ya comenzamos a ganarnos la confianza de los novios, escuchando sus peticiones y haciendoles sugerencias. La comunicación ha sido fluida hasta el día de la boda.
Ya el día antes preparamos todo el equipo para que no se nos escape ningún detalle, baterías cargadas, flashes listos tarjetas de memoria…
Una vez llega la fecha de la boda nos despertamos con una sensación distinta a los días comunes, una mezcla de sensaciones, emoción, incertidumbre, ilusión, cada boda es distinta, surgen situaciones diferentes los novios son diferentes, los invitados, el restaurante, pero siempre reina el buen rollo.
En el caso de Nazaret hemos pasado antes de la ceremonia por su casa, para realizar unas fotos de los preparativos, recoger los momentos previos, poniendose el vestido y arreglandose arropada por sus familiares más cercanos. De su casa nos dirigimos a la iglesia con suficiente antelación para captar la llegada del novio, los saludos de los invitados, la entrada en la iglesia y la espera hasta la llegada de la novia. Una vez comienza la ceremonia estamos en guardia para no perdernos ningún momento y recoger todo lo que sucede en ese acto. Sin duda uno de los momentos más emocionantes y fugaces es la salida de la ceremonia, donde todos los invitados esperan arroz en mano para felicitar a los novios, este es un momento de especial dificultad para la fotografía por el cambio radical de condiciones de luz, y la brevedad de un momento al que tenemos que adaptarnos, además de aguantar la lluvia de arroz de la cual nos toca una gran parte.
Una vez terminada la ceremonia ya se respira el ambiente festivo, en este caso concreto apenas hemos sacado fotografías de posados, pues los novios tenían contratado un postboda y el día de la boda querían disfrutar del cocktail y de la compañia de los invitados. Por lo tanto nos dedicamos a recoger escenas del cocktail hasta la hora de la entrada al banquete, que por supuesto también fotografiamos. Mientras novios e invitados almuerzan nosotros también cargamos fuerzas pero siempre pendientes de cualquier imprevisto que pueda surgir durante la comida. Tras finalizar captamos el corte de tarta, muchos besos, el reparto de los detalles y todas esas anecdotas que suceden durante la celebración. Para finalizar el día de la boda no pueden faltar las fotos de uno de los momentos más bonitos, el baile y la posterior fiesta. Con el trabajo finalizado nos despedimos de los novios hasta el postboda deseandoles la mejor de las suertes.
El reencuentro en el postboda fue emocionante, quizás es el mejor día para realizar las fotos, pues ya tenemos total confianza con los novios que nos cuentan como les fue la boda, no hay prisas ni nervios y nos desplazamos al lugar que más nos apetezca. El resultado de este post-boda de Nazaret y Pablo fue muy satisfactorio y fue todo un placer trabajar con ellos tanto ese día como durante todo el proceso desde que se pusieron en contacto con nosotros.
Mucha suerte en Vuestro futuro juntos, que seais muy felices y VIVA LOS NOVIOS!!