Santiago Clavel se sintió atraído por la magia de capturar imágenes ya desde los 15 años, lo que le llevó a zambullirse en un mundo que por entonces reinaban los químicos, las películas de carrete y las cámaras analógicas. Toda esa experiencia ha dejado una huella imborrable incluso tras el salto tecnológico a la fotografía digital, en el que fue pionero ya a principios del año 2000.
Las cámaras no hacen fotos por si solas.
Al igual que una guitarra no produce música por si sola, una cámara necesita de un fotógrafo detrás. Además de técnica se necesita sensibilidad y creatividad.
El bagaje de 30 años de experiencia junto con lo antes dicho, refleja en sus instantáneas una constante renovación, y un resultado impecable en su trabajo, y eso ha hecho de Santy Clavel un nombre respetado en su profesión, con una trayectoria incuestionable y una apuesta de seguro entre sus clientes.
La renovación es importante tanto en material como en conocimiento.
Siendo consciente de los cambios que se estaban produciendo decidió reciclarse y mantenerse en la vanguardia con la formación precisa y sabiendo de la importancia de trabajar con criterio profesional, se rodeó del mejor equipo técnico y humano, al que dio un hogar en su estudio de 500m².
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